‘Louis Dreamhouse’ o la casa de ensueño de Louis, fue el título que le dió Virgil a su octava y última colección para la firma francesa. 

Virgil al tomar las riendas de las colecciones masculinas revolvió la casa de moda y le inyectó una dosis de “Streetwear” que se ha convertido en parte del ADN de la misma. Esta colección fue concebida desde el punto de vista de un joven Virgil en donde su imaginación no tenía límites. Un joven sin prejuicios o cargas sociales. 

La silueta masculina de Louis Vuitton fue proyectada en su mayoría en forma alargada y holgada. A tal punto que volvimos a ver la aparición del falda pantalón como pieza del armario masculino. En esta colección nos llamó la atención los pantalones denim estampados con el monograma de la marca y los ‘varsity jackets’, los cuales formaron parte la propuesta de Abloh para la marca desde su primera colección. 

La elegancia y el streetwear se fusionaron en las prendas de sastrería. Mostró opciones anchas, casi drapeadas y otras más entalladas al cuerpo de los modelos. Los puntos de vista del vestir masculino y femenino se fusionaron en algunas piezas. En donde las faldas  fueron confeccionadas con tul y encaje. Y vimos complementos tejidos en forma de monograma hechos en pedrería.